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Las homilias del Hermano Christophe aparecen en:
Adorateurs dans le souffle, Homélies pour les fêtes et solennités (1989-1996), Éditions de Bellefontaine, Série "Paroles" n°3, 2009.
Lorsque mon ami me parle, Éditions de Bellefontaine, 2010.
Las homilias del Hermano Christian aparecen en:
L'autre que nous attendons, Homélies de Père Christian de Chergé (1970-1996), Les Cahiers de Tibhirine n°2, Abbaye d'Aiguebelle, 2006.
Les citas bíblicas van en cursiva.
Las pinturas son de Berna (www.evangile-et-peinture.org)

au fil liturgie sainte trinite […] Cuando Él venga, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad plena…

[…] He aquí que Jesús nos envía más lejos que la letra de las Escrituras, más allá incluso del tiempo y el esfuerzo que se tomó de decirnos o de vivir concretamente cuando él estaba entre nosotros. Nos repite así que la verdad de la fe nunca será buscada en primer lugar en el plano del discurso o de las palabras, ni siquiera en sus «ipsissima verba», como podría haberlas grabado un magnetófono. Es en una relación con el Padre donde él quiere introducirnos - una relación preexistente a toda existencia creada - una relación que sólo el Espíritu puede comprometer porque la verdad del Espíritu es ser esta relación. La mentira que hay que evitar es y será siempre la que se establece en nuestras relaciones. El diablo es padre de esta mentira.

¡La Paz esté con vosotros!

La Paz como un soplo nuevo que crea una RELACIÓN.

¡Recibid es ESPÍRITU SANTO! […]

El Espíritu Santo revela la PAZ como una RELACIÓN. LA PAZ que el Padre le da al Hijo, la PAZ que el Hijo encuentra al hacer la ALEGRÍA del Padre. La PAZ, que restaura la relación entre Dios y el hombre, la paz del FIAT de María a la sombra del Espíritu. La PAZ que restablece las relaciones entre todos los hombres - no hay mejor símbolo que entenderse - TODOS, judíos o paganos, un solo CUERPO de miembros diferentes, de idiomas que permanecen diferentes, pero que expresan el mismo mensaje, el mismo VERBO. 

Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor…

El mismo evangelio que para la Pascua. ¿Habría fracasado la alegría de Pascua de los Apóstoles? ¿Habrá hecho falta que se empiece de nuevo para abrasar por fin todo? Podemos pensar más bien que el fuego ha nacido lentamente... Cincuenta días, además, no es nada respecto a los mil millones de años de la creación. Ahora todo nos permite creer que este fuego se estaba gestando en el universo desde la creación del mundo... aquí y allá, asomaban pavesas, revelando este trabajo subterráneo. A veces un verdadero volcán: Abraham, Elías, Moisés… Más a menudo ese calor desconocido que los corazones sencillos cantaron en los Salmos.