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au fil liturgie tentations Miramos a JESÚS... desde el interior de nuestra fe.

1- Las tres PRUEBAS... = tres EXPERIENCIAS. Las primeras palabras de Jesús en Lucas (la primera prueba): ¿No sabéis que debo estar en la casa de mi Padre? La voz del Padre, ahora ha hablado… y el Espíritu ha llevado a Jesús al desierto, como cada año se empujaba al chivo expiatorio… y Jesús está «en  casa de su Padre». Durante 40 días, es puesto a prueba, tentado, el tiempo de una generación humana (símbolo).

- Para experimentar la palabra sobre-esencial. ¡Habla, Señor, tu siervo escucha! » ¡La Palabra está cerca de ti, está en tu boca y en tu corazón! Dt 9,4

En Él el hombre tiene hambre de la Palabra y se alimenta de ella (cf. Ramadán).  «Es dentro de él donde el hombre debe buscar su alimento», nos decían los alauíes en nuestro primer encuentro con ellos.

- Para experimentar la presencia oculta. El Reino de Dios está allí. Como Abraham, este arameo vagabundo: Camina en mi presencia. En Él el hombre ya no se esconde de Dios, y la presencia de Satanás no cambia nada.

- Para experimentar allí la oración confiada (y escuchada). Las tres primeras peticiones del Padrenuestro según san Lucas llevarán la impronta de esta oración y de las tres tentaciones rechazadas. Nuestro pan sobre-esencial, dánoslo; Haz venir tu reino; Haz que te reconozcan como Dios (Lc 11, 2-3). [… ]

2- Los tres DESEOS de Jesús... El Evangelio de Lucas nos los manifiesta: Tuvo hambre... ¿Qué significa eso?

He deseado un gran DESEO, el comer esta Pascua con vosotros... Es un FUEGO que he venido a encender en la tierra, y cómo me gustaría que ya estuviera encendido (Lc 12, 50). JERUSALÉN, tenía tantas ganas de reunir a tus hijos como una gallina a sus polluelos...

Hay una gran correspondencia entre estos tres deseos y las tres tentaciones. Jesús experimentó en él deseos que iban en el sentido de lo que Satanás le sugería,  pero mucho más lejos que el pan, el poder, el saber, el tener… tan profundos como la misión. Así es con nosotros: nuestros "apetitos", nuestros instintos pueden ser significativos de nuestra mayor dimensión si los evangelizamos. La gula: nuestra necesidad de «alimentos desconocidos». El instinto sexual: nuestra vocación al amor universal. El culto del «Dios desconocido»: ¡adoráis al que buscáis! Nuestra reacción puede ser la misma: No tentarás al Señor tu Dios. Necesito lo que él quiere para mí de lo MÄS GRANDE.

3- Las tres victorias de Jesús… Apoyarse en las tentaciones para descifrar la victoria PASCUAL que muestra el MISTERIO del hombre. - La Piedra que sólo era piedra… se convirtió en «piedra viva». El Cuerpo de Jesús es quien tenía vocación a convertirse en pan. ¿Cómo puede este hombre darnos su carne para comer? - El Príncipe de este mundo es desposeído... Será el envío hasta los confines de la tierra. Todo poder me ha sido dado (por mi Padre) - Aquel que no se arrojó al fondo desde el pináculo... sabe que debe rebajarse aún más, y bajar al infierno. Y el que bajó viene de más arriba que el pináculo. ¡Se anonadó a sí mismo! Por eso habría que leer que, habiendo agotado las tentaciones, ¡Jesús agotó sobre todo al tentador! El «momento fijado» será el de la victoria manifiesta.

Christian, extractos de la homilía para el 1erdomingo de Cuaresma, 8 de marzo de 1992, (Lc 4,1-13)