El oficio. Las palabras de los Salmos resisten, se hacen uno con la situación de violencia, de angustia, de mentira y de injusticia. Sí, existen enemigos. No podemos obligarnos a decir demasiado rápido que los amamos sin insultar la memoria de las víctimas cuyo número aumenta cada día. Dios Santo. Dios Fuerte. Ven en nuestra ayuda. Rápidamente. Al rescate. Y luego recibimos palabras de aliento, de consuelo, palabras que nos hacen esperar, y es ahí donde leer la Escritura es vital. Tiene sentido: hay que recibir, reconocer. Reconocer: tú que vienes. Y nosotros estamos cargados de este sentido. Se cumple: Amor en la Cruz.