La comunidad de Tibhirine atravesó, desde su instalación en 1938, muchos períodos difíciles, pero su presencia siempre pudo estar a salvo hasta los años 90.

Visión general sobre la situación en Argelia

En febrero de 1989, se produjo un cambio estructural importante en Argelia. Se promulga una nueva constitución, marcando el fin del monopolio político del FLN (Frente de Liberación Nacional), e instaurando la libertad de expresión. Supone revolución para el pueblo y ocasión para las voces islamistas decididas a ser escuchadas a través de nuevos partidos políticos y las primeras elecciones libres...  Las elecciones municipales dan la victoria al FIS (Frente Islámico de Salvación). La situación del monasterio, a pesar de algunos discursos de exclusión, sigue estando bien anclada y aceptada entre la población local, y los hermanos se preocupan constantemente de compartir y colaborar con el vecindario.

 

Asimismo, cuando en 1992 una llamarada de violencia comienza a abrasar la capital argelina, en respuesta a maniobras políticas, los hermanos vibran con estos acontecimientos. La vida continúa con sus gestos de compartir, pero "los tiempos son difíciles de vivir: controles, registros, atentados; tiroteo el otro día, en una parada de autobús, etc.…" (Diario de la Comunidad, 18 de mayo de 1993)

Poco a poco, Argelia se hunde en una guerra civil, y los grupos islamistas armados lanzan un ultimátum a los extranjeros con el fin de que abandonen el país. Argelia cierra sus puertas. Desde el fin del ultimátum se asesina a extranjeros. El 14 de diciembre de 1993, un grupo armado masacra a doce croatas en una obra muy cerca del monasterio. La comunidad está profundamente conmocionada.

Tras el ultimátum del G.I.A. del 1 de diciembre de 1993

Algunos días más tarde, durante la Nochebuena, este mismo grupo armado penetra en el monasterio. Su jefe enumera varias exigencias. Después de una conversación con el hermano Christian, se marchan prometiendo volver. Los hermanos están a salvo, pero la comunidad ahora se encuentra atrapada entre, de una parte, los "hermanos de la montaña", los islamistas, y de otra parte, los "hermanos de la llanura", los militares. Ayudados en el discernimiento por Mons. Teissier, los hermanos conciben primero una salida progresiva, pero sin estar verdaderamente en paz con esta opción. Entonces se confirma rápidamente entre todos ellos el deseo de permanecer juntos, tomando disposiciones para apartar lo que se asemejaría a un suicidio colectivo. Durante este periodo de tiempo el hermano Christian escribe su testamento espiritual: “Cuando un A-Dios se vislumbra…”

Y mientras que la letanía de los asesinatos continúa dibujando la lista de los "infieles" a ojos de los islamistas, los vecinos se inquietan y manifiestan su afecto a la presencia fraternal y tranquilizadora de la comunidad.

Los hermanos quieren continuar la vida monástica, en esta conciencia de una "misión de respiración", de orantes (Thomas Merton). Consiste en mantener viva la esperanza, como María al pie de la cruz, en la escucha de la Palabra de vida, en la obediencia de la fe y en la libertad de los hijos de Dios. Es lo que los hermanos van a vivir, manifestando así este poder que queda y hace libre cualesquiera que sean las situaciones: "escoger lo que nos es impuesto" (hermano Christian).

El secuestro

Durante la noche del 26 al 27 de marzo de 1996, siete monjes fueron secuestrados por un grupo armado. Su secuestro fue revindicado por la facción radical del G.I.A. (Grupo Islámico Armado) en un comunicado fechado el 18 de abril de 1996 y publicado el 27 de abril. En un segundo comunicado, con fecha 23 de mayo, el G.I.A. anunciaba que habían sido ejecutados el 21 de mayo. El 30 de mayo fueron encontradas sus cabezas cerca de Médéa.

La misa funeral fue celebrada en Argel el sábado 2 de junio y fueron enterrados en el cementerio de su monasterio en Tibhirine, el lunes 4 de junio de 1996.

Investigación judicial sobre el secuestro y la muerte de los monjes

En 2003, una denuncia contra X fue presentada en Francia por miembros de la familia del hermano Christophe y por Dom Armand Veilleux (Procurador general de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia en el momento de los acontecimientos); esta denuncia fue instruida por el juez Marc TREVIDIC, asistido por la juez Nathalie Poux.

El punto de vista de Dom Armand Veilleux (marzo de 2011):  para saber más

Se llevaron a cabo numerosas comparecencias de testigos del lado francés. En respuesta a la demanda por una comisión rogatoria internacional del Juez Trévidic, en diciembre de 2011, para poder interrogar a testigos del lado argelino y practicar las pertinentes autopsias, la justicia argelina nombró a un juez de instrucción  a mediados de 2013. Después de un primer encuentro en Argel en noviembre de 2013, el Juez Trévidic es invitado a poder ir a Tibhirine para practicar las autopsias, bajo la autoridad del juez argelino de instrucción, y a poder efectuar las extracciones necesarias para los propósitos de la instrucción del lado francés. Aplazadas dos veces, estas autopsias se realizaron del 14 al 16 de octubre de 2014.

El Juez Trévidic estaba acompañado por cuatro expertos (un genetista, un médico forense, una antropóloga y un radiólogo). Simples observadores en el momento de la autopsia, estos expertos franceses contribuyeron sin embargo a la exhumación y al análisis de los restos de los 7 monjes enterrados en el pequeño cementerio monástico de Tibhirine. A pesar de la inesperada negativa de las autoridades argelinas a que el Juez Trévidic se marchara con las muestras tomadas para él, estos expertos establecieron conclusiones basadas en lo que vieron, fotografiaron en el lugar y radiografiaron. Pudo hacerse una restitución a las familias de los monjes el 2 de julio de 2015.

De ella se desprende que los monjes, sin lugar a dudas, fueron degollados, que su muerte sería anterior al 21 de mayo (fecha dada por el comunicado del G.I.A. anunciando su muerte), y finalmente que su decapitación sería post-mortem. Además, ningún elemento observado en los cráneos sugiere una trayectoria de proyectil. A falta de análisis contradictorios de las muestras tomadas, el Juez Trévidic reiteró, a través de una Comisión Rogatoria Internacional, a las autoridades judiciales argelinas, su deseo de poder llevarlos a cabo lo más rápido posible. También expresó su preocupación, compartida por los expertos, de que las muestras estén bien conservadas en Argelia. Finalmente, el análisis de ADN no pudo ser realizado.

El Juez y los expertos confirmaron que estas exhumaciones se habían realizado con el respeto debido a los restos de los monjes. Las re-inhumaciones fueron acompañadas por una ceremonia religiosa y por la lectura del Testamento del Padre Christian.

La semana siguiente a la visita del Juez Trévidic a Argelia, el juez argelino vino a Francia para entrevistar a los Sres. Le Doaré (ex DGSE, Dirección General de Seguridad Exterior) y Marchiani. A pesar de sus solicitudes, el Juez Trévidic hasta ahora no ha podido escuchar a cerca de 20 testigos en Argelia.

En 2016, después del traslado del Juez Trévidic, fue la juez de instrucción Nathalie Poux quien se hizo cargo del caso. Pudo el 8 de junio de 2016 ir a Argelia con tres expertos con el fin de repatriar los duplicados de las extracciones hasta ahora conservadas en Argelia. Estos elementos fueron objeto de análisis por los expertos franceses. El informe final de peritaje (marzo de 2018) da, esencialmente, los elementos siguientes: Los análisis de ADN confirman que se trata de las cabezas de los 7 Hermanos, se observan rastros de degollación, la decapitación se efectuó tras la muerte sin que sea posible determinar el número de días, la fecha de la muerte es anterior, en varios días e incluso las semanas,  al 21 de mayo de 1996.