La primera vez que una comunidad sufí de los alrededores pidió reunirse con nosotros, era la Navidad de 1979, su portavoz tuvo mucho cuidado en decir que querían encontrarnos para compartir la oración. “Debemos dejar que Dios invente algo nuevo entre nosotros. Esto solo puede hacerse en oración”. Esta experiencia me ayuda a no prefijar al musulmán en la idea que me he hecho. (1993)

Orantes entre otros orantes, así es como nuestra pequeña comunidad monástica, «náufraga» cisterciense en un océano de Islam, llegaba a definirse en la Argelia independiente de 1975, incluso cuando teníamos, al parecer, ocho días para abandonar el lugar… donde siempre hemos estado. (1989)