Crónica de Odile Chessel, sobrina del Hermano PAUL:
¡El domingo 20 de octubre de 2024, en la abadía de Tamié (Saboya), se vivió una magnífica jornada de presentación de dos libros: «Nous, belle vie ! - Lettres de Fr Paul à sa famille» (CoEd. Cerf/Bayard/Bellefontaine 2024) y “La spiritualité de frère Christophe, moine de Tibhirine” (Academic Press, Fribourg 2024)!
El lugar y la fecha no se eligieron al azar, ya que la publicación de estos libros conmemoraba el 40º aniversario de la entrada del H. Paul en la vida monástica de la abadía de Tamié y el 50º aniversario de la del H. Christophe.
Invitados por el Padre Abad Marco y los monjes de la Abadía de Tamié, los familiares de los hermanos Paul y Christophe pudieron reunirse y disfrutar de un encuentro con varios colaboradores de este proyecto, entre ellos Marie Dominique Minassian, investigadora de la Universidad de Friburgo y responsable del Centro de Investigación sobre los 19 «beatificados» en Argelia en 2018, entre ellos los 7 monjes de Tibhirine.
Tras la presentación de la obra sobre el Hermano Christophe por Marie-Dominique Minassian, Odile Chessel, sobrina del Hermano Paul, explicó el proceso de transcripción y publicación de las 162 cartas escritas por el Hermano Paul a su familia desde la abadía de Tamié y el monasterio de Argelia entre 1984 y 1996. Una investigación en colaboración nos ha permitido añadir notas contextuales. Todas estas cartas revelan la figura entrañable, tierna y llena de humor del Hermano Paul. Muestran al hombre y su perspectiva de futuro, apoyada en una fe inquebrantable fundada en la esperanza de la resurrección. La lectura de estas cartas familiares es una fuente de inspiración para cualquiera que aspire a crecer en el servicio a los demás y busque el secreto de una vida feliz y virtuosa. Son un testimonio único, precioso y vivificante de su compromiso.
Ese domingo también se dio la palabra a varios testigos que habían conocido bien a los hermanos Paul y Christophe en vida, y que corroboraron lo que se había revelado sobre ellos en los libros sobre los mismos. (Véase el relato del Hermano Nathanaël sobre el Hermano Paul).
Por último, la asamblea asistió a la lectura de extractos seleccionados de las cartas por parte del actor Jean-Marie Frin, que interpretó al Hermano Paul en la película de Xavier Beauvois «Des hommes et des dieux» (2010)... una lectura apoyada por fotos originales de los archivos familiares, de Tamié y Tibhirine, que le permitieron prolongar su papel, no sin emoción.
Fue un día maravilloso, que llevó a los presentes a decir: « Nous, belle vie ! » (Nosotros, ¡Vivimos la buena vida!)
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TAMIE el 20 de octubre de 2024 - Testimonio del H. Nathanaël a propósito del H. Paul de Tibhirine
Ya he mencionado algunos de los recuerdos del Hno. Paul en el libro, y aquí mencionaré brevemente algunos de ellos:
Cuando hablamos de alguien que nos ha dejado, es casi natural intentar ver la vida de esa persona a través de los ojos de Dios.
Como co-novicios, tuvimos muchas oportunidades de trabajar juntos.
Este Hermano, 15 años mayor que yo, me impresionó mucho por la forma en que realizaba su trabajo al servicio de la comunidad. No hay rincón de la casa que no haya recibido la huella de su paso... Pero es mucho más que eso, lo que ha conseguido es bello y bueno, pero es sobre todo la forma en que todo lo ha realizado.
Eso es lo que me impresionó: serio, exigente, preciso, sin palabras inútiles y con una atención siempre benévola hacia los demás, y por último un sentido del humor muy personal en segundo o incluso tercer grado que da testimonio de la profundidad de su espíritu en el trabajo y de su vida espiritual.
Paul también buscaba la sencillez. No comprendí hasta mucho más tarde por qué respondió a la llamada de Christian de Chergé para unirse a la comunidad de Tibhirine. Resonaba en él la llamada de Argelia que le había marcado durante su servicio militar y la oportunidad de encontrar una vida monástica mucho más sencilla que la de Tamié.
En el fondo, la vida de Paul se parece mucho a la de Jesús de Nazaret, cuya discreción, trabajo silencioso y mirada dulce estaban impregnados de algo muy profundo, muy humano.
Su partida fue una herida para mí... Al final, no nos hablamos mucho, pero vivimos una verdadera amistad que no se paga con palabras, pero cuyo silencio y profundidad alimentan el corazón y la mente. «Lo esencial de nuestra amistad se vivía a través de las miradas, las risas y las sonrisas llenas de intensidad y connivencia. ¡Todavía siguen muy vivas en mí!».
Es esta misma actitud la que alimenta hoy mi relación con su familia. Durante la celebración de la muerte de Paul en el pueblo de Bonnevaux, se forjó entre nosotros un vínculo precioso que sigue dando hermosos frutos de comunión. Me han dicho varias veces hasta qué punto este vínculo es un apoyo para esta gran y hermosa familia…
Pero créanme, ¡esta comunión también es muy fecunda para mí! Bonnevaux, Abondance, Alpage d'Autigny, Thonon, Tamié... Tantos momentos fecundos que hacen revivir en mí y entre nosotros la presencia de mi hermano y amigo «Paul de Nazareth».
Frère Nathanael, de l’Abbaye de Tamié (Savoie)